Estamos abiertos a inversiones en casi cualquier industria, con la posible excepción de industrias intensivas en capital, como infraestructura o grandes proyectos de generación de energía. También tratamos de evitar iniciativas donde el Estado tiene un papel importante, ya sea como cliente o como regulador.
Aparte de esas advertencias, estamos abiertos a casi todo. Cuando evaluamos nuevas empresas, buscamos tres factores:
La industria debe ser significativa
América Central comprende economías pequeñas; si invertimos en una industria de nicho, la ventaja potencial no justificará nuestro tiempo. Sin embargo, esto no se aplicaría a las industrias orientadas a la exportación.
La industria debe tener alguna falla de mercado
En general, Centroamérica es un ambiente de negocios con competidores ineficientes y modelos de negocios obsoletos. Pero hay excepciones, industrias con jugadores muy agresivos y eficientes, como textiles para exportación, comida rápida o crédito al consumo. Buscamos victorias fáciles en lugar de batallas gloriosas y posibles derrotas.
Debemos tener una ventaja competitiva
Por lo general, se trata de las habilidades y el conocimiento de las personas que administrarán el negocio, pero también podría provenir de las plataformas proporcionadas por otras empresas existentes. Por ejemplo, las escuelas privadas apalancan los 600.000 clientes en el programa de fidelidad de nuestras farmacias en Honduras.